Sinopsis: El viejo y arraigado canon sobre la historia de América reza que Colón «descubrió» un continente extraño y trajo historias de sus incalculables riquezas. Los Estados europeos se apresuraron a conquistar la mayor parte posible de este asombroso «Nuevo Mundo» y, aunque los pueblos indígenas se defendieron, no pudieron detener la embestida. Los imperialistas blancos estaban destinados a dominar el continente, y la narración tradicional cuenta un camino irreversible hacia la inexorable destrucción de los nativos… Sin embargo, como en tantas otras historias de origen largamente aceptadas, esta también resulta estar basada en mitos y distorsiones. En su libro Continente indígena. La implacable pugna por Norteamérica, el aclamado historiador Pekka Hämäläinen presenta un potente argumentario que echa por tierra muchos de los supuestos más aceptados de la historia de Norteamérica. Hämäläinen gira nuestra perspectiva para alejarnos del Mayflower, de los padres fundadores y de otros episodios trillados de la cronología convencional, para acercarnos a un mundo de naciones nativas cuyos miembros, lejos de ser víctimas indefensas de la violencia colonial, dominaron el continente durante siglos tras la llegada de los primeros europeos. Desde los iroqueses en el nordeste hasta los comanches en las llanuras, y desde los indios pueblo en el sudoeste hasta los cheroquis en el sudeste, las naciones indias derrotaron a menudo a los recién llegados blancos.
En 1776 varias potencias coloniales reclamaban casi todo el continente, pero los pueblos indígenas seguían controlándolo: como señala Hämäläinen, los mapas de los libros de texto modernos, que pintan gran parte de Norteamérica en bloques ordenados y codificados por colores, confunden los extravagantes alardes imperiales con el control real. Aunque la población blanca y el ansia de tierra de los colonos se dispararon, los pueblos indígenas florecieron gracias a una diplomacia y unas estructuras de liderazgo sofisticadas. De hecho, el poder de los nativos alcanzó su punto álgido a finales del siglo XIX, con la victoria lakota de Little Bighorn en 1876. En última instancia, Continente indígena sostiene que la propia noción de «América colonial» es engañosa, y que, en su lugar, deberíamos hablar de una «América indígena» que se fue convirtiendo en colonial de forma lenta y desigual. La prueba más palmaria del desafío indígena son hoy las cientos de naciones nativas que todavía salpican los territorios de Estados Unidos y Canadá. Un libro que devuelve a los pueblos nativos el lugar que les corresponde en la historia de Norteamérica.
La visión de Hämäläinen es exponer exactamente cómo se desarrollaron estos largos siglos y enfatizar lo débiles que fueron realmente las potencias coloniales hasta mediados del siglo XIX, cuando el ferrocarril y el avance en materia de tecnología de las comunicaciones se mostraron como factores definitivos en el dominio de las Grandes Llanuras. Su tesis recalca que América del Norte, a diferencia de América Central y del Sur, siguió siendo un continente principalmente indígena durante la mayor parte del periodo comprendido entre 1492 y alrededor de 1892.
Hämäläinen pone el foco en las estructuras políticas y económicas
descentralizadas de las entidades políticas nativas, que él cree que las
protegían. También analiza cuidadosamente los cinco modos principales de
colonialismo (español, francés, holandés, británico y estadounidense) y cómo
cada uno de ellos se acercó a Norteamérica con diferentes estrategias y
objetivos, creando consecuencias duraderas tanto para los europeos como para
los nativos. Sin lugar a dudas, el colonialismo era un proceso complejo que
dependía tanto de la acción de los nativos como de los europeos, siendo a
menudo el objetivo de los nativos obligar a los recién llegados a ceder a su
voluntad, no expulsarlos. Todo esto generó dinámicas muy diferentes, mientras
los nativos americanos querían bienes (textiles, armas, pólvora, plomo,
herramientas metálicas) los europeos querían fundamentalmente tierras y mano de
obra.
El libro desafía la
narrativa convencional que presenta la historia de América como una sucesión
inevitable de conquistas europeas, y en su lugar, pinta un cuadro de una
América donde los pueblos indígenas no solo sobrevivieron sino que prosperaron
y se adaptaron de manera ingeniosa a los nuevos desafíos presentados por la
llegada de los europeos. Hämäläinen utiliza una amplia gama de fuentes
primarias y secundarias, incluyendo relatos de primera mano, tratados, mapas y
registros de comercio, para construir su argumento. Su metodología es rigurosa
y busca ofrecer una visión equilibrada y bien documentada.
Otra de las evidencias
que nos deja la obra es que la conquista blanca fue terriblemente violenta. Los
europeos cometieron cientos de brutales masacres, deliberadamente genocidas, y
propagaron enfermedades, tanto accidental como intencionalmente, en particular
la viruela, que aniquilaron alrededor del 90% de todos los pueblos indígenas.
Que la conquista blanca fuera cruel y violenta ciertamente no es sorprendente;
lo que hace Hämäläinen es aclarar el alcance total de cuán brutal fue el
proceso. La supremacía blanca en América del Norte fue un logro obtenido
mediante la violencia dando como resultado una dominación salvaje.
Continente indígena también arroja nuevas evidencias sobre la era de las revoluciones. Los historiadores han argumentado durante años que la Revolución y posterior Independencia estadounidense no puede entenderse sin tener en cuenta el deseo de estos de establecerse más allá de los Apalaches, que los británicos prohibieron para mantener a los nativos tranquilos. El autor enfatiza este punto con más fuerza, al mismo tiempo que muestra cómo los pueblos indígenas de América del Norte moldearon y fueron moldeados también por las revoluciones francesa, mexicana y haitiana.
En resumen, Continente indígena es un trabajo imprescindible que invita a los lectores a reconsiderar lo que creen saber sobre la historia de Norteamérica, presentando una narrativa que coloca a los pueblos indígenas en el centro de la historia del continente. Pekka Hämäläinen ofrece nos una historia fascinante y esencial para aquellos interesados en entender la verdadera complejidad de las relaciones entre los colonizadores europeos y los nativos americanos.
¡Hola! No conocía de nada este libro, aunque me parece que tiene un contenido muy interesante, quizás le eche un ojo. Muchas gracias por tu opinión, besos :)
ResponderEliminarHola ^^
ResponderEliminarEsta vez lo dejo pasar porque no me termina de llamar la atención
gracias por tu entrada, no obstante, siempre me gusta leerte
Un abrazo ♥