5 de noviembre de 2025

Hijos de la luna - José Zoilo

Fecha de edición: 2.025
Editorial: Edhasa
Páginas: 576
Precio: 23 €
Género: Novela histórica
Otro libro reseñado del autor:

Sinopsis: Hubo un tiempo, recuerdan los ancianos, en que la luna, desde su otero, iluminó las sombras y consiguió alejar a los espíritus y bestias que en ellas habitan. Fue entonces cuando la primera de las reinas, venida de tierras extranjeras, logró la paz en las tierras del sureste de la península. Ella y sus sucesoras, siguiendo los deseos de la diosa en el cielo, guardiana de la noche, lucieron las lágrimas de la luna y se impusieron a los hombres y a las batallas. Pero eso, ahora, está a punto de cambiar... 

Año 1619 a. C. Las cosechas no fructifican, no hay grano suficiente para alimentar a la población, la enfermedad se alimenta de los más vulnerables, y el sol, inclemente, parece reclamar el poder. Lena, reina y hechicera de la ciudad de la Luna, busca el sueño de sus sacerdotisas para combatir el sufrimiento de su pueblo; sabe, aun así, que es el fin de su tiempo y de las que la precedieron, pero también que la misma diosa le ha enviado dos presentes: Gentar, el aprendiz de orfebre, y Seren, la muchacha de cabello plateado. Y, cuando llega el ocaso, entiende que ellos son su única esperanza. El mal, como siempre, germina allí donde nadie sospecharía nunca, y sólo los más leales, unos pocos, lucharán por volver a traer la luz al mundo.


OPINIÓN

José Zoilo, biólogo tinerfeño y apasionado por la historia desde su juventud, ha consolidado su reputación como uno de los autores más destacados de la novela histórica española. Con obras previas como la trilogía Las cenizas de Hispania (2019), que recrea la Hispania tardorromana y le valió premios como el de Novela Histórica de Pozuelo de Alarcón, o La frontera de piedra (2023), ganadora del Premio Edhasa Narrativas Históricas, Zoilo demuestra una habilidad excepcional dentro de un género en el que abunda la cantidad pero no siempre la calidad. 

En su nueva novela Hijos de la luna, publicada por Edhasa, el autor se adentra por primera vez en la prehistoria ibérica, específicamente en la cultura argárica del sureste peninsular alrededor del 1619 a.C. Tiene mucho mérito afrontar el reto de narrar una época de la que no hay prácticamente nada escrito y como dice el autor todo lo que se sabe es a partir de las interpretaciones arqueológicas, lo que convierte a esta epopeya histórica con toques míticos en todo un hito para el género.

La historia se desarrolla en un periodo de declive para la cultura argárica, una sociedad de la Edad del Bronce que floreció en regiones como Murcia y Almería, con asentamientos como La Bastida (inspiración para la Ciudad de la Luna) y La Almoloya. El escenario se sitúa en tres ciudades donde el autor alza un mundo complejo donde conviven bastantes personajes. En esta sociedad coexisten el fervor por la Luna y la devoción al Sol, enzarzados en un eterno tira y afloja. Lena, reina y hechicera de la Ciudad de la Luna, enfrenta una serie de calamidades: cosechas fallidas, hambrunas, enfermedades que azotan a los débiles y un sol implacable que parece desafiar el dominio de la luna, diosa protectora del pueblo. Mas no solo a esto habrá de enfrentarse la soberana, sino también a los que amenazan la paz.

Sin embargo, el fin de esta era matriarcal se acerca, y Lena, consciente de que su linaje se extingue, recibe dos presentes divinos: Gentar, un joven aprendiz de orfebre marcado por un pasado traumático, y Seren, una niña misteriosa de cabello blanco, llegada de otro poblado. Juntos, representan la esperanza en una sociedad estratificada, con murallas imponentes, un estamento militar organizado, una religión compleja y una economía basada en el comercio de metales. El mal acecha en lo inesperado, los Señores de la noche, liderados por Volthar, heredero de la Casa de la Luna Nueva. Frente a ellos un grupo de leales deberá luchar por restaurar la luz, en una trama que entreteje mitología lunar con tensiones políticas y personales. 

En cuanto a la ambientación y el contexto histórico, estamos ante otro de los puntos fuertes de la novela. La recreación del mundo argárico es magistral, respaldada por una exhaustiva documentación arqueológica. Zoilo pinta una civilización sorprendentemente avanzada: ciudades amuralladas con miles de habitantes, un parlamento primitivo (considerado el primero del mundo según algunos estudios), prácticas funerarias elaboradas y el comercio floreciente de metales como la plata y el bronce. El autor elige el final de esta era, alrededor del 1550-1600 a.C., marcado por colapsos ambientales y sociales, lo que permite explorar una interesante crisis de fin de ciclo. 

En conclusión, Hijos de la luna es una novela histórica sorprendente, llena de simbolismo y, sobre todo,  diferente a todo lo que leído en el género. José Zoilo no solo revive una civilización olvidada con maestría, sino que invita a reflexionar sobre los ciclos de auge y caída, el rol de la mujer en el poder y la esperanza en tiempos oscuros.



La frontera de piedra



Susana D.

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