3 de abril de 2023

Detras del mito. El puño acorazado de Stalin - José Antonio Peñas Artero

Fecha de edición: 2.023
Editorial: HRM Ediciones
Páginas: 354
Precio: 24,95 €
Género: Ensayo - Historia

Sinopsis: Rusia salió de la Primera Guerra Mundial ajena a los adelantos tecnológicos que se habían producido en el frente occidental. Sin embargo, tras su guerra civil, la adopción de los planes quinquenales en materia económica y las experiencias germano-soviéticas del Tratado de Rapallo permitirán a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas transformarse en la principal potencia acorazada del planeta.

Diversos teóricos, entre los que destaca Mijail Tujachevsky, concebiran una doctrina operacional propia que, vulgarmente, será conocida como doctrina de la batalla profunda. La organización de su ejército, buscando la integración de todas sus armas, será pionera. La década de los treinta verá, incluso, la creación y el uso de unidades paracaidistas a la busca del desbordamiento vertical.Sin embargo, las erróneas conclusiones de la Guerra Civil española y las purgas stalinistas llevarán a la disolución de las unidades blindadas y el reparto de los carros de combate entre las de infantería. Cuando las victorias germanas les adviertan de su equivocación, ya será tarde y la invasión alemana de junio de 1941 pille a las fuerzas rojas en plena reestructuración.

El presente libro, que completa la serie, nos narra el proceso de formación, desequilibrio y recuperación de las unidades acorazadas soviéticas durante la Segunda Guerra Mundial: algo con una seña de identidad propio (como diría Robert Citino, un “modo ruso de hacer la guerra”) y no únicamente, como hasta ahora se defendía, producto de las enseñanzas alemanas aprendidas con sangre.


OPINIÓN

Hoy traemos la reseña del último volumen de la saga que José Antonio Peñas Artero dedica a las principales armas acorazadas de las grandes potencias enfrentadas en la Segunda Guerra Mundial. Detrás del mito. El puño acorazado de Stalin (HRM Ediciones, 2023) es, en palabras de su autor, el final de un camino de una serie de libros que tuvieron su génesis en los foros de historia militar, que acabaron por convertirse en los volúmenes uno y dos dedicados al arma panzer alemana. Después vinieron los volúmenes 3 y 4, centrados en los tanques británicos y estadounidenses respectivamente. Así pues, estaba cantado que el acto final tenía que ser el arma acorazada soviética, la más numerosa de toda la contienda. El concepto principal de toda esta serie de libros no es hablar sobre batallas y movimientos de tropas, sino dar una visión de conjunto de los tanques, viendo cómo se desarrolla el arma acorazada entre su nacimiento y el final de la guerra.

En la introducción de la obra, el autor hace una serie de interesantes reflexiones en torno al desastre militar del verano de 1941, que podemos resumir en una pregunta: ¿cómo logro la URSS sobrevivir a semejante catástrofe y crear un ejército imparable, partiendo de una derrota casi total? A partir de estas reflexiones nos trasladaremos al final de la Primera Guerra Mundial para plantearnos los antecedentes de lo que con el tiempo se convertirá en el arma acorazada soviética. Un largo camino en el que nos queda claro que lo que sucede en el campo de batalla tiene muchos pasos anteriores.

Peñas Artero nos matiza que los tanques responden a unas doctrinas concretas, siendo la doctrina soviética de la batalla profunda más completa que la de sus enemigos. El planteamiento soviético es a largo plazo, en el cual las victorias tácticas son parte de una gran batalla continuada. Este planteamiento doctrinal se ve interrumpido en 1936 por dos razones fundamentales: la Gran Purga que borra todo el trabajo conseguido de un plumazo, y la experiencia en la Guerra Civil española donde se alcanzan conclusiones equívocas, llegando a repartirse los tanques entre las divisiones de infantería en vez de concentrarlos en brigadas o divisiones. Si a esto le sumamos el lastre del comisariado político y el adelantamiento de las unidades posicionadas en las fronteras en 1941, la catástrofe estaba servida.

Un punto a destacar de la obra es el análisis de los diferentes modelos de carros que produjo la industria soviética, antes y durante la guerra. Me voy a detener en las interesantes conclusiones que llega el autor sobre el T-34 y los KV, carros sobre los que hay mucha leyenda en torno a ellos. Peñas Artero nos matiza que ambos fueron diseños personales fuera de lo que se había pedido y planificado; obra de sus propios diseñadores, los cuales se adaptaron a las circunstancias. El T-34 es un tanque eficaz, barato, sólido y que se produce en grandes cantidades, pero que tardó mucho en alcanzar todo su potencial. En todo caso fueron unos carros fuera de la norma y desconocidos fuera de la Unión Soviética, esto lo pagarían los alemanes en 1941.

Finalmente me detengo en dos apartados que he disfrutado sobremanera. El primero es el dedicado a los tanques americanos Sherman que equiparon al Ejército Rojo. Los Emcha, como los llamaban los ivanes,  fueron destinados a las unidades de reconocimiento acorazado de guardias, lo que dice mucho de la estimación que tenían los sovieticos por estos carros, poseedores de una gran comodidad de manejo y un gran rendimiento en todo tipo de terrenos. En total, el Ejército Rojo recibió unos 3600 Sherman del modelo M4A2 diesel, un dato que refleja la magnitud de la ayuda americana a la URSS. El segundo apartado es el magnífico epilogo de la obra, que realiza una breve pero interesante reseña de los principales comandantes soviéticos; un gran broche final que contiene alguna que otra jugosa anécdota sobre estos hombres que, salvo alguna excepción, nos resultan muy desconocidos.

En definitiva, estamos ante un fantástico trabajo que hace honor a su título al mostrarnos con amenidad e interés las perspectivas y evolución del concepto acorazado soviético. José Antonio Peñas Artero ha logrado escribir una obra minuciosa y de gran calidad que ningún aficionado a la historia militar en general y a los carros de combate en particular puede dejar pasar.


Andrés CM

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