Sinopsis: Roma Underground es un paseo por el lado oscuro de Roma, allí donde no llega la luz del Imperio, allá donde viven los marginales; delincuentes, prostitutas o los simplemente pobres. Es decir, casi la totalidad de los romanos. Aquí no hay mosaicos, ni obras de arte, ni palacios, ni vino del bueno, ni filosofía. El humor, a veces sardónico, a veces brutal, siempre canalla, es la única luz en una vida apagada, una luz que nos muestra la cara oculta de Roma, aquella de la que los historiadores no solían escribir, pero que se ha colado entre las rendijas de los epigramas, comedias, lápidas… «Siempre serás pobre si eres pobre, Emiliano: hoy día las riquezas no se las dan a nadie más que a los ricos», decía Marcial y tenía razón… lo curioso es que esa Roma Underground, ese mundo, se parece mucho al nuestro. Un mundo con inflación, una vivienda casi imposible, personas que se buscan la vida por mera supervivencia, criminales que saben que la justicia no es capaz de perseguirlo todo, políticos corruptos que se creen inmunes e intocables... El espejo de Roma a veces nos devuelve algo perturbadoramente parecido a la cara oculta de nuestro mundo, una realidad que no se parece a lo que vemos en la publicidad… Esta es la historia de los romanos sin Historia, esta es la historia de los romanos con mucho cuento, con mucho sueño y sudor, con poco dinero. No todo es lujo y relumbrón en el Imperio. No todo son emperadores y grandes frases grabadas en bronce. La inmensa mayoría de lo que fue Roma, no sale en los libros, bueno, no sale en los grandes libros. En los libros serios no cabe una Roma remendada. Una Roma que pide limosna…
El libro se estructura de
manera clara y atractiva. Comienza con un prefacio e introducción que
establecen el tono, seguido de diez capítulos temáticos que exploran aspectos
olvidados de la vida romana, un epílogo que conecta con el presente y una
bibliografía para quienes deseen profundizar. Álvarez se basa en fuentes
primarias como epigramas, comedias, lápidas y testimonios históricos,
realizando una labor detectivesca al cruzar datos de épocas dispares para
reconstruir realidades que suelen ser ignoradas. No hay
mosaicos lujosos ni vinos refinados aquí; en su lugar, encontramos una Roma
áspera, brutal y humana, donde la pobreza extrema llevaba a la gente a venderse
como esclavos solo para tener un techo y comida, o a alistarse en el ejército
desde muy joven para acceder a beneficios como sanidad, vestimenta y unas tierras al final del largo servicio.
Uno de los grandes aciertos de Álvarez es su enfoque en la cotidianidad marginal. Por ejemplo, describe cómo la noche romana era un abismo de oscuridad para los pobres mientras los ricos disfrutaban de fiestas. La ciudad olía mal para narices modernas, con hedores intensos mitigados por perfumes y termas, pero la higiene era un lujo relativo. La violencia era inherente desde la fundación mítica de Roma (el asesinato de Remo por Rómulo), y la criminalidad alta, como atestigua Juvenal en sus sátiras. También se abordan oficios denigrados, como las fullonicae (lavanderías) donde se usaba orina para limpiar ropa, un trabajo penoso que dejaba a los empleados, generalmente esclavos y libertos, extenuados.
En cuanto a las mujeres, el autor desmonta mitos: podían heredar, divorciarse sin justificar causas públicas y beber vino, gozando de libertades mayores que en otras sociedades antiguas, aunque limitadas comparadas con las modernas. El humor es un elemento central, a veces sardónico y canalla, que ilumina esta "vida apagada". Salpica el texto con anécdotas curiosas, referencias pop (como música ochentera o un capítulo titulado "Sexo, vicio y rocanról") y paralelismos con el mundo actual: inflación galopante, viviendas inaccesibles, políticos corruptos inmunes a la justicia, y una profunda desigualdad. Esta Roma underground se parece —con grandes matices— a nuestra sociedad, con sus excluidos en urbes saturadas y explotación laboral que evoca la esclavitud antigua, pero con distancias sociales aún mayores. Pese a todo, el autor defiende el legado romano, destacando avances legales sobre los griegos y el papel civilizador, mientras responde a críticos que ven en Roma solo crueldad.
En términos de estilo, Álvarez escribe con un tono personal y divulgativo, evitando el academicismo para hacer el libro ameno y accesible al público general. Destaca su riqueza en curiosidades, como precios de alquileres, salarios de legionarios o la miseria urbana que llevaba a opciones extremas como ser gladiador.
En resumen, Roma Underground es una obra imprescindible para quienes buscan una visión alternativa de Roma, lejos de los clichés de lujo y grandeza. Paco Álvarez rescata a los olvidados, humanizándolos y mostrando que detrás de toda civilización hay vidas anónimas pulsando con precariedad, ocio y resiliencia. ¡No te lo pierdas!










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