Lo primero que os puedo
decir sobre esta obra es que os quitéis de la cabeza la idea de que es una
simple guía de los cincuenta monumentos más importantes de la ciudad, el libro
de Paul Roberts ofrece mucho más. Nos encontramos ante un trabajo visualmente
apabullante que es excelente en su descripción de templos, basílicas, foros y
arcos, y que presta especial atención al protagonismo que tuvieron los líderes
de la ciudad en el momento de su construcción. Su libro guía a los lectores a
través de detalles sobre los reyes legendarios del siglo VIII a. C. hasta el
auge del cristianismo en el siglo IV d. C. Se presentan impresionantes
fotografías de monumentos romanos tal como aparecen hoy junto con recreaciones
ilustradas de los sitios en su momento de mayor esplendor. Unas ilustraciones
excelentes a cargo de ilustradores de la talla de Jean Claude Golvin, Gilbert
Gorsky o Peter Connolly.
El texto comienza con la construcción del primer templo en el Capitolio, el de Júpiter Óptimo Máximo, y termina con la Columna de Focas, el último monumento erigido en el Foro Romano en el año 608. Entre estos, se incluyen estructuras como el Coliseo, el Arco de Tito, la Domus Aurea, las Termas de Caracalla, y muchos otros. La narración es cronológica y sigue a los gobernantes que construyeron cada monumento e incluye un análisis tanto de los métodos como de las razones de su construcción. Según avanzan los capítulos tengo la sensación que Roberts no solo describe los monumentos en su contexto histórico sino que también examina cómo los romanos percibían e interactuaban con estos. No obstante, buena parte del texto se centra en los materiales y técnicas de construcción, y las fuentes históricas.
Me voy a detener en uno
de los cincuenta monumentos: El mausoleo de Augusto. El primer emperador
romano, comenzó a trabajar en el en el año 28 a. C, 42 años antes de su muerte,
y se alzaba en forma de tambor, un diseño totalmente nuevo en Roma, inspirado
en ejemplos griegos. En el caso de muchos de los cincuenta monumentos que
aparecen en el libro, la narrativa de Roberts hace que este cobre vida y cautive
nuestra imaginación. Así, El mausoleo de Augusto brilla en todo su esplendor
dos mil años después de su construcción. La ilustración, en este caso, es obra
del arquitecto y arqueólogo francés Jean-Claude Golvin, y es una de los cientos
de ilustraciones del libro, que abarcan desde pinturas, grabados y fotografías,
muchas del propio autor.
Además, el volumen
preciosamente editado por la editorial, incluye un índice analítico y un plano
de Roma con las ubicaciones de los cincuenta monumentos, lo que convierte el
libro en una guía práctica para aquellos que visitan la ciudad. La obra también
ofrece una sección de lecturas complementarias recomendando fuentes clásicas,
ficción y no ficción relacionadas con los monumentos.
En resumen, el libro de Paul Roberts es una adición valiosa para cualquier biblioteca personal dedicada a la historia de la Antigua Roma, el arte y su arquitectura. No solo perfecciona nuestra visión sobre la magnificencia de las monumentales ruinas que hoy podemos ver, sino que también contextualiza cada monumento dentro del vasto tapiz de su fascinante historia.
¡Tiene buena pinta! Hace mucho que no voy a Roma y me apetece volver jajajaja
ResponderEliminarHola :)
ResponderEliminarSin duda alguna, me lo llevo apuntado. Estos libros me encantan y siempre tienen un hueco en mi estantería.
Besos
Hola, es un libro con muy buena pinta, me encantan este tipo de libros y, sin dudarlo, me lo llevo anotado.
ResponderEliminarBesos desde Promesas de Amor, nos leemos.