El Coliseo - Keith Hopkins y Mary Beard

Fecha de edición: octubre 2.024

Editorial: Crítica

Páginas: 224

Precio: 21,90 €

Género: Ensayo histórico

Sinopsis: La Roma imperial fue un estado guerrero. El Coliseo (inaugurado en el año 80 d.C.) fue el monumento de Roma a la guerra. Como una catedral de la muerte, se alzaba sobre la ciudad e invitaba a sus ciudadanos, 50,000 a la vez, a presenciar juegos gladiatorios asesinos. Ahora es visitado por dos millones de personas al año (Hitler estuvo entre ellos). Dos destacados historiadores clásicos cuentan la historia del mayor anfiteatro de Roma: cómo se construyó; los juegos gladiatorios y otros eventos que se celebraron allí; el entrenamiento de los gladiadores; los espectadores que disfrutaban de los juegos, los emperadores que los organizaban y los críticos; y la extraña historia posterior: el Coliseo ha sido fortaleza, almacén, iglesia y fábrica de pegamento.

OPINIÓN

El Coliseo, también conocido como el Anfiteatro Flavio, es uno de los monumentos más emblemáticos de la antigua Roma y una de las siete maravillas del mundo moderno. Para descubrir la historia completa de esta imponente construcción nada mejor que sumergirnos en las páginas de El Coliseo, de Keith Hopkins y Mary Beard, una obra fascinante que ofrece una visión integral del famoso anfiteatro romano. Publicado por la editorial Crítica, el libro presenta un excelente ejercicio de erudición por parte de los dos destacados historiadores para explorar tanto la historia como los mitos que rodean al icónico monumento. 

Este conciso volumen logra un perfecto equilibrio entre la descripción de la arquitectura del edificio, su historia a lo largo de los siglos y su importancia en la cultura contemporánea. Incluso en siglo XIX era un imán para los turistas, durante una época en la que la industria del turismo estaba cobrando impulso, y al mismo tiempo aparecía regularmente en la literatura como un lugar de tragedia y emblema de la muerte. Más recientemente ha sido un lugar de conciertos, en el que se han presentado desde las óperas de Verdi hasta las actuaciones de artistas modernos, y anuncios publicitarios. Este año ha vuelto a ser recreado por CGI para el estreno de la película de Ridley Scott Gladiator II, devolviéndole la  gloria y el esplendor que lució a principios  del siglo III.

 

Su construcción se inició en torno al año 70 d. C., durante el reinado del emperador Vespasiano, pero el paso del tiempo hizo mella en él. En el siglo VI se encontraba en un estado de deterioro grave y, en la época del Renacimiento, ya no se consideraba un monumento, sino una cantera para todo tipo de construcciones de la ciudad. Sólo entonces los anticuarios y algunos miembros más influyentes de la comunidad cristiana se dieron cuenta de que tenía un significado religioso especial, incluso único, y que les interesaba que se conservara lo que quedaba de él. En gran medida, gracias a ellos sigue habiendo tantos restos hoy en día. Esto resulta paradójico, pues desgraciadamente cuanto más famoso es un monumento, menos probabilidades hay de que sobrevivan sus estructuras originales.

Los autores señalan que aunque algunos de los detalles más finos han desaparecido, quedan suficientes para revelar gran parte de la belleza arquitectónica del conjunto original. Al mismo tiempo, destacan el ingenio de los arquitectos romanos, que crearon una estructura atractiva a la vez que funcional, ya que por ejemplo, el anfiteatro completamente lleno era capaz de vaciarse más rápidamente que la mayoría de los estadios de fútbol modernos. Una de las numerosas curiosidades que encontraremos en el ensayo. 

El libro se estructura en seis capítulos que abarcan desde la construcción del Coliseo hasta su impacto cultural y social a lo largo de los siglos. Hopkins y Beard no solo se centran en los aspectos arquitectónicos y técnicos del edificio, sino que también profundizan en los eventos que tuvieron lugar en su arena, como los combates de gladiadores y las naumaquias. Uno de los que más he disfrutado es el dedicado al relato de las luchas de gladiadores con las que el edificio estaba más asociado. También hay descripciones de los ascensores y montacargas, movidos por una intrincada red de cables y poleas por los que se llevaba a los animales salvajes hasta el nivel de la arena. 

Como he mencionado anteriormente, el libro está lleno de curiosidades y detalles fascinantes. Por ejemplo, se exploran las diferentes plantas, semillas y animales que llegaron al Coliseo desde diferentes partes del mundo, así como la relación del anfiteatro con el cristianismo y los mitos sobre los mártires cristianos. Finalmente, los autores ofrecen un epílogo que incluye consejos prácticos para los turistas modernos del Coliseo. Desde cómo evitar las largas colas hasta las mejores épocas del año para visitarlo, los autores ofrecen recomendaciones útiles para aprovechar al máximo la visita. 

En resumen, El Coliseo es una obra imprescindible para cualquier persona interesada en la historia de Roma y en uno de sus monumentos más emblemáticos. La combinación de la experiencia académica de Hopkins y Beard, junto con su capacidad para hacer accesible y atractiva la historia, hacen de este libro una excelente propuesta.

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Susana D.