Sinopsis: La Biblia es el libro central de la cultura occidental, pero, por sorprendente que parezca, hasta el momento ninguna obra ha contado su historia. Para los creyentes, es la piedra angular de su fe, pero para los no creyentes también tiene un estatus imponente: está entretejida hasta un grado sin parangón con nuestra forma de ver el mundo.
En este libro excepcional, escrito por John Barton, uno de los principales eruditos bíblicos del mundo, descubriremos, entre otras cosas, cómo se escribieron las distintas partes de la Biblia, qué se incluyó en ella y qué se quedó fuera, cómo la Biblia se difundió e interpretó a lo largo del mundo y cuál ha sido su repercusión en todo el planeta.
Barton demuestra que la Biblia no es un texto fijo desde un principio, como solemos creer, sino el resultado de una larga y fascinante evolución, y que tanto el cristianismo como el judaísmo no derivan solamente de la Biblia, sino también de otras fuentes y tradiciones.
Historia de la Biblia es
una portentosa y detallada investigación, una obra de referencia imprescindible
tanto para lectores laicos como para creyentes.
Si algo me ha quedado claro después de enfrentarme a este contundente volumen, es que la Biblia no es un texto fijo y estático, sino que ha sufrido una constante evolución. El autor destaca que la Biblia ha sido moldeada por diversos contextos históricos y culturales, no solo el judeocristiano, y que su interpretación ha variado significativamente a lo largo del tiempo. Además, subraya la importancia de entender la Biblia en sus propios términos y en el contexto de su desarrollo histórico para apreciar plenamente su significado. Por otro lado, destaca su capacidad desmitificadora, presentándola no solo como un texto religioso, sino también como un producto cultural y literario que ha evolucionado a lo largo de los siglos. La forma en que Barton aborda los procesos de redacción, canonización y traducción, así como su impacto cultural, ofrece una perspectiva única que enriquece la comprensión del lector.
La obra tiene un enfoque principalmente temático; en lugar de una historia lineal, ofrece una colección de ensayos que exploran facetas de la historia del libro. Barton comienza esbozando la historia de Israel tal como se establece en las antiguas escrituras, y luego intenta reconstruir lo que ocurrió históricamente, sosteniendo que es improbable que alguno de los escritos más antiguos se remonten más allá del siglo IX. Limita las fuentes del Pentateuco a tres y considera el texto como un archivo en el que debían conservarse todos los fragmentos de la tradición. En cuanto a la sabiduría y la ley, concluye que ambas están firmemente arraigadas en la vida institucional del antiguo Israel, lo que dificulta la aplicación directa de la enseñanza bíblica.
Seguidamente se analiza el Nuevo Testamento, describiendo su contexto
político, cultural y religioso, señalando que su mundo de pensamiento es
completamente helenístico. El autor siempre mira la Biblia con un ojo crítico y
cuestiona conceptos más amplios que con demasiada frecuencia se dan por
sentados. Por ejemplo, descarta la tendencia de que el canon del Nuevo
Testamento se formó lenta y deliberadamente a través de concilios eclesiásticos
que se tomaron el tiempo de excluir otros textos. En cambio, sostiene que los
libros de la Biblia cristiana se fusionaron orgánicamente y hubo poco debate
consciente sobre lo que era o no escritura "oficial".
En cuanto a los Evangelios, Barton señala la fragilidad de las hipótesis académicas en su análisis de la datación, autoría y origen. A continuación, explica cómo las escrituras hebreas llegaron a ser autorizadas tanto para los judíos como para los cristianos. Aunque el autor respeta el papel de la Biblia en las religiones judía y cristiana, examina los textos más como literatura cultural que como obras estrictamente vinculadas a lo sagrado o lo sobrenatural. Una ventaja del distanciamiento del autor respecto de las Escrituras es su capacidad para delinear minuciosamente las diferentes formas en que los judíos y los cristianos ven y valoran la Biblia hebrea. Finalmente, la obra nos muestra cómo se entendían los libros que componen la Biblia desde los primeros tiempos hasta nuestros días.
Uno de los capítulos más destacados es el que trata sobre la formación del canon bíblico. En él, se explora cómo se decidió qué libros serían incluidos en la Biblia y cuáles quedarían fuera. Este proceso no fue sencillo ni rápido; involucró debates teológicos, decisiones políticas y consideraciones culturales a lo largo de varios siglos. Barton detalla cómo diferentes comunidades cristianas y judías llegaron a acuerdos sobre los textos sagrados, y cómo estos acuerdos variaron entre diferentes tradiciones y épocas. Un capítulo fascinante que revela la complejidad y la riqueza del proceso de formación de la Biblia, y cómo este proceso refleja las dinámicas sociales, políticas y religiosas de la época.
En definitiva, Historia de la Biblia es una obra esencial para cualquier interesado en la historia de este texto fundamental. John Barton logra desmitificar la Biblia, presentándola como un producto de su tiempo y mostrando su evolución a lo largo de los siglos. Recomiendo su lectura tanto a estudiosos como a todos aquellos que buscan entender mejor la influencia de la Biblia en nuestra cultura y sociedad.
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