Sinopsis: El 9 de julio de 1860, la ciudad de Damasco fue testigo de uno de los episodios más violentos de su historia. Una turba enfurecida arrasó los barrios cristianos, dejando a su paso una estela de destrucción y muerte. Durante ocho días, la ciudad se sumió en la violencia, dejando un saldo de cinco mil cristianos muertos y miles de tiendas, iglesias, casas y monasterios saqueados y arrasados.
Eugene Rogan recrea el mundo perdido de Oriente Medio bajo el dominio otomano, sometido a la presión del cambio económico global y la expansión europea. Las reformas de mediados del siglo XIX aumentaron las tensiones en todo el imperio. En Damasco más que en ningún otro lugar, pues era una ciudad multifacética unida por el comercio de caravanas a Bagdad, el Mediterráneo y La Meca, donde el caos de idiomas, costumbres y creencias convivían en tolerancia. Hasta que las reformas comenzaron a beneficiar a la comunidad cristiana minoritaria a expensas de la mayoría musulmana.
Este libro ofrece una perspectiva detallada y estremecedora de los sucesos que llevaron a la masacre de 1860 y de cómo una ciudad multicultural y pacífica se convirtió en escenario de una tragedia inimaginable. Pero Los sucesos de Damasco también es una historia de resiliencia y reconstrucción, pues el gobierno otomano actuó rápidamente para retomar el control de la ciudad, poner fin a la violencia y reintegrar a los cristianos a la comunidad. Estos esfuerzos por reconstruir Damasco fueron un éxito y preservaron la paz durante los siguientes 150 años, hasta 2011. El galardonado historiador Eugene Rogan narra la caída de una ciudad antigua en una espiral de violencia sin precedentes, una masacre que en 1860 marcaría el fin del antiguo orden otomano y el comienzo del Medio Oriente moderno.
La génesis de esta obra
se remonta a un hallazgo que hizo el autor hace más de tres décadas durante una
investigación para otro proyecto en los Archivos Nacionales de Washington, D.
C. Al explorar los archivos, descubrió los despachos consulares de Mijaíl
Mishaqa, cónsul estadounidense en Damasco cuando se produjo la Masacre de 1860.
Partiendo de esta base, Rogan contextualiza el relato de primera mano de
Mishaqa, así como otras fuentes contemporáneas, en un contexto histórico más amplio.
El resultado es un retrato conmovedor y vívido de uno de los peores episodios
de violencia intercomunitaria de la dilatada historia del Imperio otomano.
El libro se desarrolla en el contexto del siglo XIX en la región, un período de transformaciones profundas marcadas por las reformas del Tanzimat (1839-1876), la presión económica global y la creciente influencia europea. Damasco, descrita por Rogan como un crisol multicultural y un nudo comercial que conectaba Bagdad, el Mediterráneo y La Meca, era un microcosmos de la diversidad otomana, donde musulmanes, cristianos y judíos convivían en una tolerancia frágil pero funcional. Sin embargo, las reformas otomanas, destinadas a modernizar el imperio y satisfacer a las potencias europeas, generaron tensiones al alterar el equilibrio social.
Los sucesos de Damasco está estructurado en torno a tres ejes principales: la reconstrucción de los antecedentes y el estallido de la violencia; el análisis de las dinámicas sociales y políticas que condujeron a la masacre; y la posterior respuesta otomana, que incluyó esfuerzos de reconstrucción y reconciliación. El autor utiliza una amplia gama de fuentes primarias, destacando los informes de Mijaíl Mishaqa, testigo directo de los eventos, así como archivos otomanos, europeos y árabes, lo que dota al relato de una riqueza documental excepcional.
Rogan describe de un modo
brillante la escalada de tensiones previas al estallido. Las reformas del
Tanzimat, que buscaban igualar los derechos de las comunidades religiosas, fueron
percibidas por muchos musulmanes como una amenaza a su posición dominante.
Además, la expansión del comercio europeo benefició desproporcionadamente a los
cristianos locales, quienes actuaban como intermediarios para las firmas
comerciales de Beirut, acumulando riqueza y protección jurídica extranjera.
Este desequilibrio económico, combinado con la inestabilidad política tras la
invasión egipcia de Siria (1831-1840) y los conflictos intercomunitarios en el
Monte Líbano, creó un polvorín que estalló en Damasco en 1860.
Cuando se desató la tormenta, lo hizo con una violencia sin precedentes y se prolongó durante una semana. Grupos de musulmanes armados atacaron los barrios cristianos, asesinando y saqueando. Los hombres fueron obligados a convertirse, aunque esto no necesariamente les salvó la vida, o directamente asesinados. Las mujeres, en general, salvaron sus vidas, pero hubo muchos casos de violaciones. El autor señala que "la masacre de Damasco fue un momento genocida, pero no un genocidio". Fundamenta esta afirmación señalando que fuera de las murallas de Damasco, los cristianos habían sido protegidos por sus vecinos musulmanes y no se habían producido incidentes violentos. Además, dentro de las murallas pequeños grupos de influyentes notables musulmanes, habían evitado una masacre aún mayor.
Estamos, pues, ante una obra muy recomendable que combina buena narrativa con un análisis profundo de un momento pivotal en la historia de Oriente Medio. Eugene Rogan no solo reconstruye con maestría la tragedia de 1860, sino que también ofrece una reflexión crítica sobre las fuerzas que desencadenan la violencia sectaria y los caminos hacia la reconciliación. Su capacidad para conectar el pasado con el presente hace que el libro sea imprescindible para cualquiera interesado en la historia otomana, los conflictos religiosos o los desafíos contemporáneos de Siria y la región.
Creo que esta novela me va a gustar muuucho.
ResponderEliminarGracias. ;)