3 de febrero de 2025

Un viaje alucinógeno. Los nazis, la CIA y las drogas psicodélicas - Norman Ohler

Fecha de edición: noviembre 2.024
Editorial: Crítica
Páginas: 272
Precio: 22,90 €
Género: Ensayo

Sinopsis: Berlín, 1945. El Oficial de Control de Narcóticos Arthur J. Giuliani llega del sector estadounidense de la ciudad con la tarea de restablecer el orden en las calles de la antigua capital del Reich. Por todas partes son aún visibles las heridas abiertas por las bombas británicas, americanas y rusas, y en este paisaje desolador cada vez más gente recurre al uso de sustancias psicoactivas. Si hasta hace poco habían sido los estimulantes y los sedantes los que habían enfrentado a la sociedad con el problema de su regulación, en 1943 apareció en escena un nuevo tipo de droga, los alucinógenos, cuando el joven químico Albert Hofmann descubrió accidentalmente el LSD en los laboratorios de Sandoz en Basilea.

Cinco años más tarde, el Dr. Henry Beecher, profesor de Harvard, empezó a trabajar con el gobierno estadounidense para investigar el uso que los nazis hacían primero de la mescalina y luego del LSD como "suero de la verdad". Esta investigación allanó el camino a la mayor operación de inteligencia estadounidense para estudiar técnicas de control mental: MKULTRA, el infame programa de experimentos llevado a cabo por la CIA en los años 50 y 60, que utilizó LSD y métodos de tortura y manipulación mental para extraer confesiones. MKULTRA, que se creó con el objetivo de aniquilar a los enemigos comunistas de Estados Unidos y luego para imponer la manipulación masiva de la conciencia a toda una generación de estadounidenses, acabaría configurando la política antidroga estadounidense durante más de medio siglo.

Norman Ohler investiga la relación, a menudo sesgada, entre la investigación científica, los gobiernos y la cultura de las drogas, que dio forma a las políticas prohibicionistas de drogas del siglo XX. Y lo hace presentándonos a un elenco de personajes que van desde Albert Hofmann a los agentes de la Oficina Federal de Estupefacientes, desde Richard Nixon a Elvis Presley, pasando por los inspiradores más célebres de la contracultura de los 60, como Aldous Huxley, John Lennon y Timothy Leary.


OPINIÓN

El autor alemán Norman Ohler, conocido por su trabajo tanto en ficción como en no ficción, afirma en su nueva obra que se dedicó a estudiar la historia del ácido lisérgico cuando su padre comenzó a suministrar a la madre de Ohler pequeñas dosis para ayudarla a aliviar su enfermedad de Alzheimer. Ohler, que cosechó un rotundo éxito con su obra anterior El gran delirio, vuelve a sumergirnos en una narrativa histórica llena de matices y controversia con Un viaje alucinógeno. Los nazis, la CIA y las drogas psicodélicas. Este libro, publicado por la editorial Crítica rompe con la tradicional historiografía de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría al enfocarse en un aspecto poco explorado: el uso de sustancias psicodélicas por parte de los nazis, primero, y posteriormente por la CIA. 

La obra comienza explorando el uso de drogas en el Tercer Reich. Detalla cómo el régimen nazi, bajo la dirección de Hitler, utilizó anfetaminas para mantener a sus soldados en un estado de hiperactividad y resistencia durante la guerra. El autor menciona específicamente la droga Pervitin, que fue ampliamente distribuida entre las tropas alemanas, especialmente durante la Blitzkrieg. Además, Ohler describe cómo el propio Hitler dependía de una combinación de drogas, incluyendo opiáceos y estimulantes, administrados por su médico personal, Theodor Morell. Este uso personal de drogas por parte de Hitler ofrece una perspectiva fascinante y perturbadora sobre el liderazgo nazi.


 

La segunda y tercera parte del libro se centra en el período de la Guerra Fría, donde la CIA, preocupada por perder terreno en la lucha ideológica contra el comunismo, inicia programas de investigación sobre el control mental y la manipulación psicológica. Ohler detalla el infame Proyecto MK-Ultra, que involucró experimentos con LSD y otras sustancias psicodélicas, a menudo sin el consentimiento de los sujetos. Se exploran los intentos de la CIA de usar estas drogas para obtener ventaja estratégica, desde la manipulación de prisioneros hasta experimentos en ciudadanos estadounidenses. Ohler también toca la influencia de estos experimentos en la cultura popular y en el movimiento contracultural de los años 60.


 

La Guerra Fría es una parte instrumental de la historia de las drogas psicodélicas, que como he mencionado se remonta a los anales del Tercer Reich. Desarrolladas por el químico suizo Albert Hofmann y utilizadas experimentalmente en los campos nazis para descomponer a los prisioneros durante los interrogatorios. Los investigadores estadounidenses que examinaban los registros del experimentador sobre "Métodos químicos para la neutralización de la voluntad" adivinaron las posibilidades que podría tener una droga de ese tipo. 

Por otro lado la renuencia de los soviéticos a hacer cumplir las leyes antidrogas llevó a la sospecha de que podrían poseer secretos nazis relacionados con el LSD. En unas páginas vibrantes que se leen como una novela de espías, entrarán en escena la Fundación Ford, luego Timothy Leary, y hasta los Beatles en plena era psicodélica. Los viajes de Ohler en busca de información lo llevan de los archivos a los rincones más recónditos, haciendo gala en todo momento de un estilo narrativo que mezcla el rigor histórico con el suspense de un thriller. Su prosa es accesible, lo que permite al lector sumergirse en eventos históricos complejos sin necesidad de conocimientos previos profundos. Usa fuentes primarias, entrevistas y registros desclasificados para construir su narrativa, proporcionando tanto anécdotas sorprendentes como datos bien documentadas. 

Después de su lectura os puedo decir que Un viaje alucinógeno no solo sirve como un excelente relato histórico, sino que también invita a reflexionar sobre las implicaciones éticas y morales del uso de drogas en contextos militares y de inteligencia. Una propuesta que ofrece una visión perturbadora pero fascinante de cómo las drogas han influido en grandes eventos históricos del pasado siglo XX, a la vez que despierta el debate sobre la responsabilidad de los gobiernos en la experimentación humana.



Andrés CM

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