Sinopsis: Chris Wickham ofrece una reinterpretación extraordinariamente rica de la economía mediterránea entre los años 950 y 1180. Esta obra magna destinada a convertirse en una referencia ineludible para futuros historiadores, invita a los lectores a repensar por completo la lógica subyacente a los sistemas económicos medievales, así como la propia concepción que tenemos de la época en su conjunto. Basada en cinco estudios exhaustivos de casos regionales desde Italia hasta Egipto, su tesis marca un cambio de paradigma respecto a lo que conocíamos: fue a orillas del Mediterráneo donde en realidad la economía fundada en la época romana tuvo continuidad. La dinámica del sistema económico medieval combinaba redes internas (el recorrido a lomos del asno) y rutas de intercambio (el viaje en la nave). Y por último, tópicos como el oscurantismo se demuestran como obsoletos, al estar basados en datos incompletos. A través de la arqueología disponible en la actualidad, Wickham revela cómo funcionaban realmente las relaciones entre las economías de la época medieval e ilumina una nueva comprensión sobre ella.
Contrariamente a la
historiografía tradicional que asocia la Edad Media con estancamiento y
oscurantismo económico, el autor sostiene que la economía mediterránea de este
período fue vibrante, interconectada y heredera directa de las estructuras
romanas. A través de los cinco estudios señalados, Wickham demuestra cómo las
redes comerciales locales y las rutas marítimas internacionales coexistieron y
se complementaron, generando un sistema económico dinámico y adaptable. Además,
el autor desmonta tópicos como el supuesto "oscurantismo" medieval,
argumentando que estas percepciones se basan en datos incompletos o
interpretaciones sesgadas.
Estructurado en torno a los cinco estudios regionales mencionados, cada uno de los cuales analiza en profundidad las características económicas de una zona específica del Mediterráneo. Esta aproximación comparativa permite a Wickham identificar patrones comunes y diferencias regionales, ofreciendo una visión panorámica sin perder de vista los detalles locales. Cada uno de ellos combina fuentes documentales (como registros comerciales, contratos y crónicas) con evidencia arqueológica (hallazgos de cerámicas, monedas y restos de puertos), lo que refleja el rigor metodológico del autor y su capacidad para integrar enfoques interdisciplinarios.
La introducción y la primera parte establecen el marco teórico y contextualiza el período, destacando la transición desde el mundo posromano hasta el florecimiento económico de los siglos XI y XII, lo que el autor llama el "largo siglo XI", y transmite que este período fue de crecimiento económico y expansión. Destaca el surgimiento de nuevas ciudades, el desarrollo de nuevas rutas comerciales y el crecimiento de la producción agrícola como evidencia de este crecimiento. La segunda parte se centra en las economías individuales de la región mediterránea, donde Wickham examina las economías de Egipto, Túnez, Sicilia, el Imperio bizantino, la España islámica y el centro-norte de Italia. Argumenta que cada una de estas regiones tenía su propio sistema económico único. La tercera parte estudia la relación entre las economías de la región mediterránea en su conjunto, demostrando que estaban interconectadas a través del comercio, la migración y la guerra.
Sin duda, una de las grandes fortalezas de la obra es la abrumadora cantidad de datos que Wickham maneja, incluyendo estudios académicos, fuentes primarias, así como informes arqueológicos publicados e inéditos, para ofrecer esta notable síntesis. Su fuente predilecta es casi siempre la cerámica; se pueden rastrear diferentes formas de cerámica de una zona a otra, lo que constituye una prueba indirecta del comercio y la difusión de bienes en general. Las evidencias cerámicas, combinada con otras fuentes arqueológicas y textuales, contribuyen de forma convincente a recrear franjas enteras de la economía mediterránea que el autor plasma convenientemente en su libro.
El asno y la nave está destinado a convertirse en una referencia ineludible para historiadores, economistas y lectores interesados en la Edad Media y el Mediterráneo. Su enfoque innovador y su rechazo a los tópicos establecidos lo convierten en una contribución significativa al campo de los estudios medievales. Además, al destacar la interconexión de las economías mediterráneas, el libro ofrece lecciones relevantes para el estudio de la globalización histórica y las dinámicas de intercambio en contextos premodernos.
La portada es preciosa, pero el tema no es para nada de mi estilo.
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