Japón Invade Alaska. La campaña de las islas Aleutianas, 1942-1943 - Rubén Villamor

Fecha de edición: 2.022

Editorial: HRM

Páginas: 146

Precio: 16,95 €

Género: Historia militar / Segunda Guerra Mundial

Sinopsis: Estados Unidos sufrió breves ocupaciones a lo largo de su Historia, como fue el caso del Imperio Británico durante la Guerra de 1812 dentro del contexto de las Guerras Napoleónicas, o la más anecdótica expedición del revolucionario Pancho Villa que desde la frontera con México atacó el distrito de Columbus durante la Primera Guerra Mundial en 1916.

A estos dos hechos, hubo que añadir que, en plena Segunda Guerra Mundial, el Imperio de Japón se convirtió en el tercer invasor del territorio de los Estados Unidos, apropiándose durante un año y dos meses de las Islas Aleutianas Occidentales, nada menos que en un territorio tan inhóspito como Alaska y que dio lugar a una de las campañas menos conocidas de la guerra en el Pacífico: la campaña de las Islas Aleutianas.

OPINIÓN

Rubén Villamor es un autor que se caracteriza por tratar en sus libros temas bastante olvidados e incluso inéditos en nuestro idioma sobre las dos guerras mundiales y los conflictos de entreguerras. Desde aquí sin ir más lejos os recomendamos El Colapso del Imperio Ruso. Las guerras de independencia, 1917-1924 (HRM Ediciones 2018) libro que, a tenor de los acontecimientos de hoy día en Ucrania, tiene un especial interés. Además de todo esto Rubén es el creador del canal Eurasia 1945 dedicado a la Segunda Guerra Mundial y otros acontecimientos de la historia.

En esta ocasión reseñamos su último libro "Japón invade Alaska". Se trata de un completo análisis de la desconocida campaña que emprendieron las fuerzas del Imperio de Japón en las Islas Aleutianas y que llevo a la ocupación durante un año y dos meses de este inhóspito territorio de los Estados Unidos. Esta campaña suele quedar un tanto ensombrecida por otras, Guadalcanal sin ir más lejos, pero como nos demuestra el autor en su libro el teatro de operaciones del Pacífico norte y el Ártico fue de una importancia vital para los Aliados en el conjunto de la guerra.

Villamor abre fuego poniéndonos en contexto sobre la historia de Alaska y como fue descubierta en el siglo XVIII por el navegante danés Vitus Bering a bordo del San Pedro, una nave de la armada rusa al servicio de la Zarina Ana I de Rusia. Posteriormente en 1867 la península alaskeña y el archipiélago de las Aleutianas paso a ser posesión de Estados Unidos mediante la compra de los territorios al Imperio ruso. Tras esta breve introducción el autor nos va a situar de lleno en los sucesos previos al estallido de la guerra y como el congreso estadounidense no se tomó en serio la defensa del territorio.

La campaña de las Aleutianas está asociada irremediablemente a la batalla de Midway y al planteamiento del almirante Isoroku Yamamoto de la fuerza de portaaviones estadounidenses para conseguir la superioridad naval en el Pacífico. Es así como el 3 y 4 de junio de 1942, coincidiendo con dicha batalla, la Segunda Guerra Mundial llega a territorio alaskeño con el bombardeo de Dutch Harbor en la isla de Unalaska. Los raids aéreos quedan explicados al detalle en unas páginas en las que asistiremos a el pánico que se desata, no solo en Alaska sino en toda la costa del Pacífico ante una posible invasión japonesa.

Como bien sabemos la batalla de Midway supuso una contundente derrota para la Flota Combinada, pero ante esta disyuntiva y con la V flota del vicealmirante Hosogaya operando en aguas alaskeñas se activa la Operación AL, que llevara a la ocupación japonesa de las islas Kiska  y Attu, situadas en la parte occidental del archipiélago y cercanas a sus bases en las Kuriles. A partir de aquí la guerra pasa a convertirse en una sucesión de operaciones navales y aéreas entre las islas ocupadas por uno y otro bando hasta alcanzar, como bien nos dice el autor, una situación de tablas. Todo esto cambiará con el resultado de la batalla naval de las islas Komandorski el 26 de mayo de 1943 que pondrá de manifiesto la incapacidad japonesa de abastecer y reforzar las guarniciones de Kiska y Attu. La posterior reconquista estadounidense queda brillantemente narrada por el autor en el capítulo dedicado a la batalla de Attu, quizá el mejor de la obra, mostrándonos la crudeza de una batalla que puso fin a la presencia japonesa en las islas Aleutianas.

En resumen, nos encontramos con un libro que en apenas 150 páginas nos va exponer todo el desarrollo de la campaña de las islas Aleutianas pormenorizadamente con una lectura amena y clara, salpicada de fotografías y mapas que nos ayudarán a entender el desarrollo de las operaciones. Unas operaciones que van a poner de manifiesto la importancia del Pacífico Norte en el desarrollo de la guerra y que supusieron para las fuerzas estadounidenses un esfuerzo desproporcionado para recuperar el control del único territorio de los Estados Unidos ocupado por Japón durante la Segunda Guerra Mundial.

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Andrés CM